ADENEX, tu quoque fili mi?

Fui fundador de ADENEX en 1978. Fui secretario general durante 20 años. Junto con un número importante de socios, algunos subidos a los árboles de la calle general Aranda (hoy Mariano José de Larra), los defendimos de la acción destructora del ayuntamiento de Mérida, al que por cierto ganamos el juicio que nuestra defensa conllevó.

Ahora se ha planteado la defensa de los árboles del casi centenario parque López de Ayala, algunos de ellos también centenarios. Árboles, mal podados, pero sin problemas estructurales ni fitosanitarios importantes y que tenían fácil solución.

FONDENEX ha defendido desde los medios de comunicación la integridad del parque López de Ayala, y sobre todo, de sus monumentales árboles.

FONDENEX se ha dirigido por tres veces al Ayuntamiento de Mérida para dialogar sobre el proyecto de reforma, y una a EULEN, la empresa adjudicataria, sin obtener respuesta, en un ejemplo de cortesía, capacidad de diálogo y educación, por su parte.

FONDENEX ha realizado dos informes técnicos sobre el parque, uno firmado por un ingeniero forestal de prestigio, pues fue 30 años director del parque nacional de Monfragüe, que aseveró que los árboles gozaban de buena salud, y otro, sobre el proyecto integral de reforma, firmado por el mismo ingeniero, un arquitecto, un biólogo y un médico (por la tontería de las posibles alergias que producían árboles grandes).

Y yo pregunto: ¿Dónde estaba ADENEX? ¿Negociando con el ayuntamiento?

ADENEX fue un ejemplo de compromiso con la defensa de la Naturaleza, un ejemplo de trabajo bien hecho y altruista.

Pero ya no está en la élite, y ha pasado a ser una asociación complaciente con el poder, que apenas protesta, y cuando lo hace, muy tímidamente, tanto, que cuando es consultada sobre proyectos que afectan al medio ambiente, casi nunca se persona en los expedientes: plantas solares, plan de prevención de incendios en Monfragüe, limpieza del nenúfar en el río Guadiana, construcción de un nuevo almacén de residuos de alta actividad en la CNA, etc.

¿Y en Mérida? Aun siendo miembro del Consorcio de la Ciudad Monumental, es como un invitado mudo: ¿cuál es su opinión sobre el convento de las Concepcionistas, sobre las torretas de ADIF junto a los milagros, sobre la plaza del atrio de la basílica de Santa Eulalia, sobre el parking adyacente a la misma, sobre el destrozo de parte del Hornito, sobre el destrozo de los brezales rojos de Cornalbo? Silencio.

Hay históricas traiciones en la Historia: la de Viriato, a quien Ditalco, Minuros y Audaz, lo apuñalaron mientras dormía; la de Judas a Jesucristo, que lo vendió por un puñado de monedas, y la de Bruto con César, apuñalado por la espalda 20 veces junto con senadores traidores.

César le dijo a Bruto: Tu quoque fili mí? (¿Tú también, hijo mío?

ADENEX ha traicionado a sus principios, ha traicionado a su filosofía. ¿Cómo colaborar en la destrucción de un parque? ¿Y la conciencia? ¿Y la dignidad? ¿Le va a decir a sus ya pocos socios que los árboles estaban <<viejos>>? ¿Y quién firma tal despropósito y disparate técnico? Hay nombres suponemos…

Y los árboles del parque López de Ayala dicen a ADENEX: Tu quoque fili mi? Y, la duda: a cambio de qué.

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Francisco R Blanco Coronado
Presidente de FONDENEX

 

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