ESPECIALISTAS EN AVES ESTEPARIAS PIDEN A LA JUNTA UN PLAN ESPECIAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA CARRACA

Durante el fin de semana se han reunido en Mérida un centenar de especialistas en aves esteparias, para analizar el dramático descenso de esta especie en la Península Ibérica. El I Congreso sobre la Carraca Europea ha sido organizado por las asociaciones GEA (Grupo Extremeños de Aguilluchos), ANSER (Asociación Naturalista de Amigos de la Serena) y FONDENEX (Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura), con la colaboración de la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta de Extremadura).

En el acto inaugural intervinieron el Presidente de ANSER, Manuel Calderón, que expuso brevemente la situación actual de la especie en España y Extremadura. A finales del siglo XX existían en nuestro país unas 6.000 parejas, y actualmente no llegan a mil. En nuestra región, había 600 parejas a finales de los noventa y en 2023 no superan las 150.

Seguidamente, el Presidente de FONDENEX realizó una reflexión sobre el estado de la conservación de la Naturaleza en Extremadura, que juzgó preocupante, y lamentó que a estas alturas del siglo XXI se esté volviendo a plantear la caza de algunas especies de nuestra fauna y se cuestione, por parte de la Administración, la utilidad de los espacios naturales protegidos como motor de desarrollo para la sociedad, animando al Director General de Sostenibilidad a trabajar juntos en la conservación de la Carraca, que catalogó como una «herramienta» muy útil para conservar los hábitats naturales.

Germán Puebla Ovando catalogó como de «buen estado» el conjunto de parques, reservas, ZEPAS, etc… de Extremadura y se comprometió a trabajar por la conservación de las carracas y sus hábitats.

Las ponencias presentadas han sido de un altísimo nivel, en especial las que estuvieron a cargo de investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que cuestionaron el plan de colocación de cajas anideras por parte de la Junta de Extremadura y las compañías propietarias de plantas solares, demostrando que el número no es lo más importante, sino las características del lugar que se elige para su ubicación, y apostaron por el mantenimiento de los árboles viejos en cuyos huecos anidan las carracas, así como de los mechinales y otras oquedades de edificios rurales.

Como causas de la regresión de la especie se apuntaron los cambios de cultivos, la eliminación de barbechos, el uso de determinados plaguicidas, el sobrepastoreo y la sustitución de ganado ovino por bovino, la invasión de sus hábitats por miles de paneles solares,la destrucción de los linderos con setos o paredes de piedra seca, la caza sin control en África, etc…

Salvo en el tema de la caza, se constató que la Administración era la responsable de todos estos factores negativos, ya sea por comisión u omisión, por lo que su actitud será determinante para el futuro de la especie en Extremadura.

Otro tema tratado y al que se dio mucha importancia fue a los estudios de evaluación de impacto ambiental que permiten el desarrollo de planes industriales solares en los hábitats de la especie. Casi todos los ponentes, excepto uno de la Junta de Extremadura, y en especial, los representantes del CSIC, manifestaron la baja calidad de estos informes realizados por los promotores de plantas solares, calificados también con suspenso a nivel internacional, que propician que se destruyan hábitats fundamentales para las aves esteparias, como son, además de la Carraca, avutardas, sisones, aguiluchos cenizos, gangas y ortegas. Pero aquí también aparece la responsabilidad de la Junta de Extremadura y el Ministerio para la Transición Ecológica, por aprobar con sus DIAs (Declaración de Impacto Ambiental) unos estudios impresentables, acientíficos, y tendenciosos para aprobar unos proyectos que atentan contra el futuro de las aves esteparias.

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