El 12 de octubre de 2023 se publicó en el BOE nº 44 una Resolución de 4 del mismo mes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre un proyecto de obras de mejora del abastecimiento a Cáceres desde el río Almonte. La Directora General de Calidad y Evaluación Ambiental de dicho ministerio resuelve que “no es necesario el sometimiento al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria” del proyecto mencionado, “ya que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente”.
Las obras en cuestión consisten en la construcción de una torreta de captación de 12 metros de diámetro (no se precisa la altura), un edificio de explotación y mantenimiento, un camino de acceso y una subestación eléctrica, en el Almonte, y una nueva línea eléctrica de 45 kV y casi 5,5 kms y medio de longitud, una arqueta de rotura de carga en el punto de mayor cota y una planta solar fotovoltaica en el entorno del embalse de Guadiloba, entre otras actuaciones.
Tanto las construcciones hidráulicas como eléctricas irán dentro de la Zona de Especial Conservación (ZEC) “Río Almonte”, Zona de Especial Conservación para las Aves (ZEPA) “Riberos del Almonte” y ZEPA “Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes”, también ZIR (Zona de Interés Regional), todas pertenecientes a la Red de Áreas Protegidas de Extremadura y, lo más importante, incluidas en la Red Natura 2000.
Tanto los riberos del Almonte como los llanos de Cáceres son de los ecosistemas más valiosos no sólo de Extremadura, sino de la Unión Europea, estando incluido el ámbito de actuación dentro del Área Importante para las Aves (IBA) nº 245.
El informe de impacto ambiental realizado por la Administración (Junta de Extremadura/Gobierno Central) es una verdadera “chapuza”, una colección de generalidades que se pueden aplicar en un proyecto a desarrollar en Extremadura, en Zamora o en Gerona. La falta de concreción es total y no permite, bajo ningún concepto, identificar impactos, y por lógica, establecer medidas correctoras.
Para nada se habla de alternativas (de exposición obligada por la legislación vigente) y para evitar una “evaluación de impacto ambiental estratégica ordinaria”, es decir, un exhaustivo estudio de impacto ambiental, ya dan por sentado que el proyecto no tendrá efectos significativos adversos sobre el medio ambiente. Y FONDENEX se pregunta: ¿Cómo llegan a esta conclusión si no se ha realizado un estudio de impacto ambiental en condiciones? La resolución del Ministerio es un corta-pega realmente vergonzoso e inaceptable.
Tanto Junta de Extremadura como el Ministerio para la Transición Ecológica incumplen la Ley 21/2013 de evaluación ambiental, la Ley 16/2015 de protección ambiental de Extremadura y las Directivas de Aves y de Hábitats de la Unión Europea. Ello obligará a FONDENEX a presentar una denuncia ante la Comisión de las Comunidades Europeas.
Y un detalle que llama mucho la atención: se van a bombear 600 litros/seg desde el río Almonte. Estamos hablando de ¡más de dos millones
de litros por hora!, lo que es una cifra realmente exagerada. El agua es para las necesidades de la ciudad de Cáceres y sus habitantes, ¿o para la mina de litio… también?
FONDENEX NO SE OPONE AL TRASVASE ALCÁNTARA-GUADILOBA
Sin embargo, y de forma inexplicable para quien haya leído la primera parte de este artículo, un redactor de El Periódico EXTREMADURA afirmaba en uno de sus escritos sobre este tema “que FONDENEX se opone al trasvase de agua desde el embalse de Alcántara al de Guadiloba”, lo cual, como se puede comprender hay que calificarlo como noticia falsa. Pues bien, nuestra asociación mandó un escrito de rectificación (27 de octubre 2023) que… no fue publicado, poniendo en duda la ética periodística de quien decidió no hacerlo. Nuestra rectificación decía:
- FONDENEX nunca se ha opuesto a este proyecto, por lo que nunca hemos podido argumentar que dicha oposición se debe a que las conducciones afectan a varias zonas incluidas en la Red Natura 2000.
- FONDENEX lo que ha expresado, y se reafirma en ello, es que el procedimiento seguido por la Junta de Extremadura y el Ministerio para la Transición Ecológica para aprobar la Declaración de Impacto Ambiental, es ilegal (como ya se ha explicado anteriormente).
- FONDENEX desea que los habitantes de Cáceres tengan agua abundante y de calidad, pero no tiene más remedio que afirmar que el agua que se quiere trasvasar es de muy mala calidad, y esto es ya sólo responsabilidad de los organismos oficiales que han aprobado el proyecto.
EPÍLOGO: LA SOLUCIÓN MENOS MALA, SIGUE SIENDO MALA… Y SI ES ILEGAL, PEOR
El 22 de octubre, José Luis Bermejo, redactor de El Periódico EXTREMADURA, escribió en su sección “El apunte” que la solución “menos mala” para abastecer de agua a Cáceres con garantías era la de un trasvase desde el embalse de Alcántara hasta el de Guadiloba (ignoramos los conocimientos de ingeniería de este periodista para hacer una aseveración tan categórica).
FONDENEX, en un escrito dirigido a este periódico el día 14 de este mes, que abre esta información, y que no fue publicado (a pesar de haber sido aceptado para ello), cuestionaba la idoneidad del proyecto, pues aunque se ha escogido el lugar de toma de agua algo más abajo del actual, la calidad de la misma es igual o peor, ya que no cambian los contaminantes orgánicos, químicos y radiactivos. El Sr. Bermejo se hacía eco del escrito de FONDENEX, pero sin nombrar a nuestra asociación, lo que no nos parece correcto, afirmando “un colectivo conservacionista que habla de un líquido de muy mala calidad, contaminado por diversos elementos orgánicos y químicos y al que llegan aguas del embalse de Arrocampo, que refrigera la central nuclear de Almaraz, a través de los vertidos del pantano de Torrejón”.
Lo malo, es siempre malo, y lo menos malo, también malo. FONDENEX lo que desea es que los habitantes de Cáceres puedan tener agua de calidad, para todas sus necesidades, y sobre todo para beber. Y si se trae el agua de Alcántara, lo que van a beber es de una calidad ínfima… y hasta peligrosa: AGUA CNA…