Desgraciadamente, el centenario cerramiento del atrio de la basílica de Santa Eulalia, erigido por cuestación popular en 1924 organizada por el párroco de la parroquia, D. César Lozano, un personaje de una humanidad sublime, cayó bajo la piqueta municipal y ante la inacción de la Junta de Extremadura y el Arzobispado, a pesar de los requerimientos de FONDENEX para que se conservara.
Nada impedía que la construcción de una nueva plaza coexistiera con la histórica verja y sus postes de mampostería, solo la falta de sensibilidad de un proyecto que, irónicamente, aspira a ser más notorio que una de las basílicas más importantes de la Cristiandad.
César construyó el cerramiento para proteger al atrio del ganado que por entonces pernoctaba allí y de los emeritenses que, aprovechando que a principios de siglo aquello era el arrabal, lo utilizaban como mingitorio…
FONDENEX ya avisó que el atrio sur, este y norte se puede convertir en espacio de botellón, con todo lo que ello conlleva esto. Y si no, al tiempo…
Pero lo que más llamaba la atención del atrio era su imponente verja de hierro forjado, con sus puertas.
El proyecto de remodelación era tan insensible a la belleza y a la historia que no contemplaba la conservación del cerramiento y ni el Consorcio de la Ciudad Monumental ni la propia Junta de Extremadura supo corregir esa falta de sensibilidad.
FONDENEX ha preguntado al Alcalde de Mérida donde están los diversos tramos de la verja. Silencio. FONDENEX ha preguntado a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura. Esta, al Director del Consorcio. Respuesta: estaba en el proyecto…
¿Va a ver qué llamar a Lobatón para saber dónde está la verja? ¿A Manolo Escobar? ¿O al Juzgado, como en el caso de las piezas del convento de las concepcionistas? Estamos hablando de un patrimonio de todos los emeritenses. No queremos que acabe de cerramiento en ningún chalet…
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FONDENEX
Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura
fondenex@hotmail.com
